Es un arquitecto judío norteamericano de origen canadiense. Nació el 28 de Febrero de 1929, y en la actualidad tiene 81 años. Se caracteriza porque el diseño en sus edificios es un poco loco, diferente, innovador, llamativo y peculiar; y es por eso que sus obras son producto de innumerables críticas tanto a favor como en contra. En 1989 recibió el prestigioso premio de arquitectura Pritzker, comparable al premio Nobel.
Ciudad el Vino
En mi opinión, cuando ve por primera vez alguno de estos edificios, se puede pensar que en definitiva esta obra se encuentra fuera de contexto, que quizás las formas son demasiado libres, o que el proyecto fue pensado más como una escultura que como una arquitectura.
Sala de Conciertos Walt Disney
Sin embargo cuando profundizas más y te percatas de cada detalle te das cuenta que su arquitectura es impactante y tiene sentido, ya que realiza un juego de volúmenes con formas geométricas simples que generan nuevas formas y diferentes perspectivas. Los materiales que emplea son orgánicos y reciclados, aunque el predominante es el metal, y es justame este material el que da la sensación de que su arquitectura es algo nuevo e imponente, sin descuidar la armonía y el diseño estructural.
Vitra Design Museum
Sin lugar a dudas Gehry considera que la arquitectura es un arte, y que, una vez terminado un edificio, éste debe ser una obra de arte, una escultura.
A pesar de la monumentalidad y excentricidad de sus diseños, Gehry considera todos los aspectos primordiales de la arquitectura, como la funcionalidad del edificio, la iluminación, la acústica, y la integración de éste en el entorno.
Museo Guggenheim Bilbao
Aunque en definitiva la obra de Frank Gehry - por las formas descontroladas y el material que utiliza - son muy diferentes a lo convencional, extremadamente libres y peculiares; se entiende que hay un intento por hacer más que sólo arquitectura funcional, sino que él también quiere hacer arte, fuera de lo convencional y ciertamente lo ha logrado.
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